jueves, 18 de noviembre de 2010

HEINRICH BOLL: "CASA SIN AMO"

CASA SIN AMO

Heinrich Böll, nacido en Colonia en 1917, empezó a dedicarse a las letras desde su época de estudiante, pero la mayor parte de los temas de su obra, seguramente la más importante manifestación literaria de la mentalidad católica progresista de la Alemania Federal, procede de sus experiencias de la guerra y de la postguerra. Es ya conocido de los lectores de Seix Barral por sus obras La Aventura y otros relatos (1962, Seix Barral, 1965) y Acto de servicio (1966; Seix Barral, 1968).
Casa sin amo (Haus ahne Hüter), aparecida en 1954 y galardonada con los premios de "La Tribune de Paris" y de los editores franceses para la mejor novela extranjera (1955), se enfrenta con el desconcierto de la postguerra según lo sienten dos niños de once años, pertenecientes a dos estamentos sociales distintos pero que tienes en común la situación de sus madres, viudas de guerra, que no aciertan a reaccionar ante su destino y se dejan llevar, una por un absurdo ensueño, y la otra por un amoralismo entreverado de angustias y remordimientos.



Reseña:

Se enfrenta con el desconcierto de la post guerra según lo sienten dos niños de once años.

Editorial Seix Barral, 1973. Trad. Margarita Fontseré. Tit. Or. Haus obne Hüter, 1954. 244 páginas.

Retrato de la postguerra alemana

A este autor me lo recomendaron hace mucho, mucho tiempo, y como sus libros siempre tenían una calidad bastante buena, lo iba comprando cuando veía algo suyo por ahí. Hasta que me encontré con Billar a las nueve y media, un libro de esos que te marcan, que, además de ser buenos, te traspasan de una manera especial y ya van contigo para siempre, que te dan ganas de coger al autor y decirle ‘Pero como has sido capaz de hacer esto’ (categoría en la que, personalmente, tengo a muy pocos; Las Olas de Virginia Woolf, Los Detectives Salvajes de Roberto Bolaño y, bueno, cualquier cosa de Cortazar, pero es que Cortazar es mucho Cortazar -Y, por cierto, acabo de descubrir que este año 2004 es el año Cortazar, porque el jueves fui a ver a una amiga que cuenta cuentos en un local de Barcelona, el cincomonos, que recomiendo visitar a todos los amantes de la literatura, y no, no me dan comisión-). Un libro, en fin, que me dejaba con los ojos llorosos y me impedía leerlo en el metro porque uno tiene un poco (pero poco) de vergüenza.

Y es que todos sus libros respiran ternura, nostalgia y tristeza. Y, aunque sean desolados, siempre, de alguna manera, logra colarse la esperanza. En este se narra la infancia de dos niños alemanes cuyos padres han muerto en la segunda guerra mundial. Uno de ellos vive en unas condiciones bastante miserables; su madre vive -sin estar casada- con un hombre, y el es el encargado de velar porque el pobre presupuesto familiar alcance para todo. El otro vive en una relativa comodidad ya que su abuela es propietaria de una fábrica de mermeladas y su padre fue un poeta antinazi ‘redescubierto’, y vive en una casa con su madre, su abuela, su tío Albert y Glum y Bolda. Pero los dos son amigos, y les preocupan las mismas cosas, entre ellas, la posible inmoralidad de sus madres.

Como en otros muchos de sus libros (me viene a la cabeza Confesiones de un Payaso y el honor perdido de Catarina Blum), Böll denuncia la hipocresía reinante en una sociedad de doble moral, donde se hace escarnio de la situación ‘inmoral’ de amancebamiento de mujeres, pero se olvida con facilidad los compromisos ideológicos pronazis de personas influyentes.

Un buen libro de un buen autor (al que, según me acabo de enterar, otorgaron el premio Nobel en 1972). Y, si lo tienen a mano o lo encuentran alguna vez, no dejen de leer ‘Billar a las Nueve y Media’. Imprescindible.

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