Poesía concreta
Poesía Concreta es un género de la poesía. En este género, lo visual y espacial tienen el mismo nivel de importancia que la rima y el ritmo en la poesía lírica. Los inicios históricos de la poesía concreta se hallan en los años 1950 cuando se acuñó el término "concreto" como apellido para esta escuela. Como plan estético, el concretismo fue un impulso ideológico importante en el desarrollo de las artes en la mitad del siglo XX y no sólo en la poesía. Se centra en un objetivo logico y natural.
El Concretismo en Abstracto
El concretismo fue un movimiento de vanguardia que nació en la pintura en los años 1930. Sus principales postulados en la plástica son:
* Rechazo de toda relación con lo natural, lo objetivo y lo simbólico.
* Objetuación o representación de ideas abstractas en una nueva realidad de carácter universal y constante.
* Preocupación por la expresión plástica basada principalmente en la línea y la superficie, y en menor medida el color.
* Empleo de elementos geométricos sencillos (círculos, cuadrados, triángulos) y creación de tensiones.
* La forma tiene más importancia que el color.
* Composiciones geométricas formando estructuras que recuerdan construcciones o arquitecturas.
* Colores planos creando efectos cromáticos de espacio y vibración plástica.[1]
También se ocupó el término para denominar la música concreta surgida en los años 1940 a partir del trabajo del compositor francés Pierre Schaeffer. La música concreta, en términos básicos, se hace a partir de grabaciones de sonidos reales dispuestos y filtrados de tal manera que hacen un montaje sonoro. Es importante para nosotros destacar este concepto de montaje, pues la obra final del compositor concreto sólo existe como una grabación. De la misma manera, el poema concreto solamente existe en la página en blanco o el espacio bidimensional del texto escrito. La composición musical y el poema concreto difícilmente son reproducibles en vivo por un intérprete.
La poesía concreta, entonces, connota un proceso de escritura distinta a la versificada. Esta depende de la sonoridad y potencial oral de ser recitada para sus fines estéticos. En cambio, un poema concreto ocupa el espacio dado por la página como herramienta expresiva. Jugando con la disposición del texto sobre la hoja, es posible introducir otros elementos significantes no lingüísticos en la obra. Frente a la ausencia de gramática oracional, el lector y el autor aceptan el espacio y la forma del lenguaje escrito como una gramática que abarca el poema entero. La razón porqué se dice "concreta" es por oposición positiva al término "abstracto". Lo abstracto es aquello que se piensa extrayéndolo de su ser natural. Lo concreto no es otra cosa que lo que es, y un arte concreta se hace cargo de su material funcionalmente en vez de simbólicamente[2]. Es decir, el poema concreto dispone todo lo necesario para la descripción de una idea en el texto: referencias, relaciones, jerarquías, construcciones y destrucciones. Por estos motivos la poesía concreta es altamente sintética: Un mínimo de lenguaje expresando una idea puntual.
Historia de la Poesía Concreta
La poesía concreta se ha vuelto un término inclusivo que, desde 1950 en adelante, parece aglomerar la poesía visual en general. El movimiento fue asumido con entusiasmo por escritores alrededor del mundo entero pero, en su definición más estricta, su fundación se debe exclusivamente a Eugen Gomringer en Europa y simultáneamente al Grupo Noigandres en Brasil[3]. El manifiesto del grupo Noigandres, "Plan Piloto para la Poesía Concreta"[4] aparece en la revista NOIGANDRES 4 y nombra como antecedentes del concretismo poético a una serie de autores: Stéphane Mallarmé con Un coup de des, 1897; Ezra Pound con The Cantos, 1925; James Joyce con Finnegan's Wake, 1939; E.E. Cummings; Apollinaire con Calligrammes, 1918; Oswald de Andrade, Anton Webern en el ámbito musical; la serie de pinturas Boogie-Woogie de Piet Mondrian, etcétera.
Dada la cercanía que sintieron los poetas Noigandres con la tradición, no podemos hablar de un nacimiento súbito de la poesía concreta. No obstante, el grupo Noigandres fue enteramente responsable del acuñamiento del nombre y el primer manifiesto. En 1952, los poetas Décio Pignatari, Augusto de Campos y su hermano Haroldo de Campos habían fundado el grupo Noigandres en São Paulo, publicando además el primer número de la revista NOIGANDRES. Sus actividades y experimentos conducirían más adelante, entre 1953 y 1956, a la fundación del movimiento de poesía concreta. El término lo acuñó Augusto de Campos en la segunda edición de NOIGANDRES en el título de uno de los artículos y el nombre se propago rápidamente por los medios escritos[5]. El lanzamiento público del movimiento se dio lugar en la "Exposición Nacional de Arte Concreta" de São Paulo en diciembre de 1956 y luego en febrero de 1957 en Río de Janeiro.
Al mismo tiempo el poeta boliviano-suizo Eugen Gomringer se encontraba frustrado con los modos clásicos de escritura. Sin consciencia del movimiento que se estaba llevando a cabo con simultaneidad en Brasil, aunque conscientemente inspirado en el arte concreta) Gomringer comenzó a escribir poemas que él llamó "constelaciones" en 1952 para luego publicar un libro del mismo nombre en 1953. Vale destacar que los concretistas Brasileros concebían a sus obras como "ideogramas" textuales, en relación directa con la obra del poeta estadounidense Ezra Pound. En un viaje a Europa, Decio Pignatari visitó a Gomringer en la ciudad de Ulm en 1955 y éste decidió aceptar la denominación general de "poesía concreta" a su obra poética.
Escritura Concreta
Lo primero que hay que recordar a la hora de leer o escribir un poema concreto es la relación estrecha entre forma y función. Normalmente existe una separación natural del lenguaje entre el signo gráfico y el significado “profundo” del texto. El concretismo propone la unión de ambos polos lingüísticos. En este sentido, lo concreto es lo opuesto a lo abstracto; pues si la abstracción extrae el objeto de sus medios, lo concreto es aquello que existe indivisible de las cualidades que lo definen. Los recursos que ocupan los escritores concretos son, entre otros: Alteración de la palabra; repetición; formas geométricas; cantidad mínima de palabras; estructura emblemática y caligramática.
Ejemplos: Vemos en primera instancia que no estamos mirando un poema en el sentido tradicional. No tenemos un discurso construido con palabras, oraciones o versos, sino una sola unidad sémica. Esto quiere decir, básicamente, que el poema está constituido por un ítem léxico y una disposición particular de letras en el espacio. Juntos, estos denotan explícitamente lo que la palabra "wind" de por sí connotaría. Entonces vemos que el sentido de la palabra se manifiesta en el poema concreto como una ilustración de sí misma mientras que el poema escrito depende del sentido implícito de las palabras para usos más abstractos como por ejemplo la metáfora y la metonimia. La idea es una aproximación no accidental a la iconografía oriental donde la palabra en el texto es simultáneamente una palabra unitaria y una representación simbólica de sus atributos. De ahí que el grupo Noigandres diera crédito al trabajo teórico de Ezra Pound en iconografía.
El campo poético se extiende de esa manera hacia la composición gráfica del texto. En este poema de Decio Pignatari podemos observar cómo se ha jugado con la composición de las letras para hacer cada línea valer como significante. La visualidad se hace cargo del sentido del poema desde todos los puntos de vista: Un guiño hacia la cultura pop en la tipografía de LIFE magazine; La desarticulación gráfica del signo lingüístico como argumento poético; La posición de los signos en cuadrados o viñetas proponiendo una manera de ser leído. La disposición de los objetos en un texto dan lugar a la ambigüedad y la interpretación tan eficientemente como la más compleja oración. Aquí queda claro, pues la palabra vida (LIFE) la vemos construyéndose paulatinamente con líneas rectas hasta llenar todos los espacios posibles. Acaba la serie con un signo ambiguo y el último cuadro trae orden al texto, disponiendo el sentido del juego para el lector.
El concepto detrás del poema se vuelve más elaborado cuando se introducen más palabras y unidades gramáticas mínimas. En este poema de Haroldo de Campos el sentido de "organización", como se ha visto arriba, se mantiene. Sin embargo las relaciones entre las partes del poema incluyen ahora un sentido semántico además del tipográfico y semiótico previamente visto. Las partes en el poema deben tomarse como unidades concretas de significado. Ese valor de significancia de las oraciones funciona en el texto concreto a partir de las relaciones que surgen de su ubicación en la página. Las formas geométricas que vemos en el texto funcionan con las frases: Cada uno de los triángulos delimita un espacio para las ideas emparentadas como por ejemplo lo negativo ("not to be born [...] not to be dead") o la recurrencia ("to die again [...] to be reborn"). Así se hace evidente la gramática presente en la forma misma del texto.
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